ÉPOCA PRE-HISPÁNICA.
El territorio de la nación boliviana ha sido habitado desde remotos tiempos. Actualmente en el departamento de La Paz, se han encontrado restos de instrumentos de piedra que corresponden al Paleolítico americano.
Aquellos primitivos pobladores de la actual Bolivia,lograron alcanzar un notable nivel de cultura. En Tiahuanacu uno de los paraderos arqueológicos mas importantes de América, hay vestigios de antiguas culturas, superpuestos en el terreno y con algunas diferencias en alguna modalidad de su cerámica e instrumentos de trabajo. Esto revela que en el mismo lugar se aposentaron sucesivamente grupos humanos de diverso estadio cultural y diferentes medios de vida.
Las construcciones de piedra, las grandes estatuas del mismo material, las armas y las piedras de cerámica, sugiere de una civilización aborigen bastante avanzada. La llamada puerta del sol es una construcción megalítica imponente, y a si mismo las graderías de kalasasaya, la colina artificial de Akapana y el templete semisubterráneo excavado y restaurado.
esto hace suponer que Tiahuanacu fue un centro político y religioso de importancia, cuyo dominio se extendió a lugares bastante alejados.
los estudios han confirmado que los hombres de Tiahuanacu, denominados collas, lograron dominar otros pueblos y formar una unidad política y social conocida por reino colla.
ÉPOCA HISPÁNICA.
La unificación de las corrientes colonizadoras del occidente y del oriente coincidió con la instauración, en la ciudad de la Plata, de un poder político y administrativo llamado en el futuro a grandes designios: La Real Audiencia de Charcas. Fue en su origen un tribunal judicial de apelaciones, pero los factores geográfico y económico del territorio que se designó como jurisdicción y los acontecimientos que les fueron consecuentes le convirtieron poco después en un organismo con funciones plenas y mando efectivo. Este ejercicio de autoridad fue tanto mas efectivo cuanto más próximos se hallaban los distritos sometidos. Estos eran los de Chuquisaca, Potosí, La Paz, Santa Cruz, dicho de otra manera todo lo que hoy comprende la nación boliviana.
Desde los primeros días de esta política centralizadora desarrollada al rededor de la Audiencia de Charcas, sobresalió la ciudad de Potosí. Desde su fundación, efectuada con motivo motivo de los hallazgos de minas de plata.
En la minas trabajaban los indígenas, traídos desde lejanas comarcas por imposición del régimen colonial legalizado. Las condiciones en que se desarrollaba este trabajo era humillantes y agotadoras.
No era menos agobiante la situación del indígena agricultor. Despojado de sus tierras por el régimen de la encomienda y el repartimiento, había pasado a ser una especie de siervo del encomendero español.
Así las cosas, se produjo en el país la serie de acontecimientos más luctuosa de toda la época virreinal. fue la rebelión indígena, que levantó en contra del régimen a casi toda la masa autóctona del occidente andino.
ÉPOCA DE LA INDEPENDENCIA.
El país de Charcas, por determinación de los factores geográfico, étnico y político. adquirió contextura propia. En los últimos años del siglo XVIII y primeros del XIX este sentimiento fue fortaleciéndose. Los letrados de Chuquisaca y los universitarios de San Francisco Xavier, pusieron en ello lastre de doctrina y fuerza potencial.
El movimiento de Chuquisaca se repitió en La Paz. El cabildo con la estrecha cooperación de vecinos notables y respaldo de la guarnición militar y del pueblo, se alzó en armas y depuso a las autoridades, entre ellas al gobernador Dávila. Asumió el mando y las funciones directivas un comité al que se dio el título de "Junta Tuitiva" nombrándose presidente del mismo a Pedro Domingo Murillo.
A la noticia, los rebeldes bolivianos cobraron nuevos ánimos para emprender la lucha. Se levantaron Cochabamba, Santa Cruz y poco después Potosí.
Los cochabambinos mostraron valor y pujanza a toda prueba.
Surgieron dos años de represión violenta, pero incluso durante este período el pueblo de Cochabamba volvió a sublevarse. Goyeneche acudió para sofocar la rebelión y tuvo que hacer frente incluso a las mujeres, desde el cerro de la coronilla trataron de defender la ciudad.
Las sucesivas derrotas de los argentinos llevaron a los patriotas de Charcas el convencimiento de que para conseguir su independencia poco o nada podian contar con la ayuda de los vecinos.
En este estado de cosas se presentó en el escenario de la sangrienta pugna la figura del grandioso Bolivar. Liberado el Perú y obtenidas las brillantes victorias de Junín y Ayacucho, el Mariscal Sucre, vencedor en la última fue enviado por aquél para atacar a los realistas que en Bolivia se mantenían invictos. El Mariscal Sucre había entrado en el país. Instalando en La Paz y sin consultar con su jefe supremo, dictó, el 9 de febrero de 1825, un decreto mediante el cual se convocaba a representantes del pueblo para que decidiesen su destino.
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